Especialistas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades gastrointestinales.
Son las enfermedades del esófago, estómago, vesícula biliar, vías biliares, intestino delgado y pared abdominal.
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Se produce cuando una sección del intestino protruye a través de una zona débil de los músculos abdominales.
Se observa como un abultamiento en el ombligo, las ingles o sobre la cicatriz de una cirugía previa.
Suele ser indolora, pero a veces puede traer molestias, dolor o complicaciones serias como atrapamiento del intestino.
Requiere tratamiento con cirugía para su corrección.
Es un síntoma de un trastorno serio en el sistema digestivo. La sangre fresca puede aparecer en las heces o en el vómito; y también puede causar heces negras o alquitranadas.
El sangrado digestivo puede ser signo de un trastorno digestivo grave o de larga evolución. Las causas más frecuentes son reflujo y acidez, úlceras en el estómago o intestino y tumores en el esófago o estómago.
Se debe tratar de forma prioritaria.
Es una enfermedad que produce dolor en la parte superior derecha del abdomen, posterior al consumo de grasas, lácteos o huevo.
Sus síntomas aparecen como dolor abdominal del lado derecho que se recorre hacia la espalda, junto con vómitos, náuseas, fiebre e inclusive coloración amarillenta de la piel y los ojos.
Requiere tratamiento con cirugía.
Es la inflamación que afecta al páncreas y que también puede afectar otros órganos y sistemas, como los riñones y pulmones.
El dolor abdominal es el síntoma más frecuente; se localiza en la parte central alta del abdomen, es intenso, se recorre hacia la espalda y generalmente se acompaña de náusea y vómito.
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La apendicitis es la inflamación del apéndice, un tubo cerrado de tejido que se encuentra unido al intestino grueso, en la parte inferior derecha del abdomen.
Esta inflamación puede ocurrir cuando el apéndice se infecta o bloquea con heces, con objetos ajenos al organismo o con un tumor.
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Es un conjunto de trastornos caracterizados por la inflamación del revestimiento del estómago que
puede estar ocasionada por infecciones, lesiones, el uso frecuente de analgésicos o la ingesta de alcohol.
Algunos de los síntomas incluyen dolor en la parte superior del vientre, náuseas y vómitos.
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Son las enfermedades del intestino delgado, colon, recto y ano, pared abdominal.
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Son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y del ano, pueden ser:
Hemorroides externas: Causan dolor, tumoración y comezón.
Hemorroides internas: Ocasionan sangrado de cantidad variable posterior a las evacuaciones con dolor, ardor y comezón.
La intensidad de los síntomas depende del tiempo de evolución, visítanos para una valoración y diagnóstico adecuado.
Frecuentemente no requieren cirugía para su tratamiento.
Es un desgarro en el revestimiento del recto inferior (conducto anal) que causa dolor durante la evacuación.
Las fisuras anales son causadas por una lesión o un trauma como: evacuar heces de gran tamaño, tener estreñimiento crónico con heces duras, tener diarrea en repetidas ocasiones.
Se presenta cuando una cavidad del ano se llena de pus.
Además de un dolor intenso, el absceso puede provocar fatiga, secreción por el recto y fiebre.
Un absceso anal puede generarse a partir de la obstrucción de una glándula anal, por una infección de transmisión sexual o a causa de la infección de una fisura anal.
Es la salida de sangre roja por el ano, sola o mezclada con las heces. El color de la sangre puede variar desde rojo brillante hasta granate dependiendo del sitio de sangrado.
Causas de sangrado anal:
Estreñimiento, hemorroides, fisura anal, condiciones médicas, como el cáncer, colitis o diverticulitis, crecimientos, como los tumores o pólipos.
Es una condición en la que el recto sobresale o “se cae” a través de la abertura anal.
Esto ocurre mayormente en niños menores de 6 años y ancianos.
En las mujeres se asocia a trastornos en la pelvis como prolapso de vejiga o útero, y a causa del cambio hormonal de la menopausia.
Afecta en una proporción de nueve mujeres por un hombre.
Puede llegar a ser una condición debilitante y que provoca mucha pena en el paciente..
Afección caracterizada por la aparición de pequeños sacos inflamados en el tracto digestivo.
Es común en las personas mayores de cuarenta años.
Por lo general, no suelen aparecer síntomas, a menos que los divertículos se inflamen o se infecten (diverticulitis), lo que puede causar fiebre y dolor abdominal.
Puede provocar síntomas como estreñimiento o diarrea, dolor abdominal intenso o distensión..